Las palabras
cual pájaros de tinta,
a veces conurgenciayentropel,
rotas en la cornisa del silencio
o alegrando la ruta
de alguna soledad,
se posan en la página en blanco,
y la estremecen.
Y de pronto
-como si no pasara nada-
hay flautas en la noche,
peces dorados
y alas entre la niebla.
Y no importa si amor o desamor
si tótem o eterno laberinto.
Como caligrafía de la luz
o crepitar de flores en azul
o improvisar un rostro,
unos ojos,
una ternura nueva,
una voz.
Como correr
por uncampodeamapolas...
Así, entre letras -blues adentro-
florecen los poemas.